lunes, 11 de enero de 2010

Pasar Página...


... o más bien, "Pasar Libro".


Voy a acuñar una nueva expresión, ya que muchas veces lo de "pasar página" se queda corto, y uno necesita mandar el libro entero a la mierda. Quizá se ajuste más con "hacer borrón y cuenta nueva" o convenga más un "Borrar/Arrancar Página" (o páginas).

A uno le quedan ya demasiadas cicatrices, y el libro empieza a parecer un descosido de páginas arrancadas, borrones, frases tachadas, y papel desgastado y mugriento.

No pretendo ser un alma perdida que se culpa a si mismo de todo ni autocompadecerme, y tampoco quiero culpar a nadie. Aunque hay algunas personas a las que mandaría a una isla desierta si tuviese los medios necesarios, pero a una de las malas, con un factor caníbal/palmera de al menos 10,7.

Hay muchas veces que las personas (me incluyo), por falta de empatía, o, simplemente, por no saber expresarse o comprender lo que les rodea, la cagan. Y los últimos meses me he visto rodeado de tantas situaciones propicias a que eso ocurra, que ha ocurrido. Dos personas se calientan y dicen cosas absurdas, se pierde la perspectiva, y uno no sabe ni lo que dice ni a quien se lo dice.

Por mi parte, no guardo ningún rencor a nadie en este aspecto (aunque se que no van a aplicarme lo mismo a mi). El tiempo pone las cosas en su sitio, y los ánimos calmados acaban mostrando las cosas como son, y no la basura desfigurada que solemos ver de primeras. Y esto lleva tiempo... en mi caso me he dado cuenta que una media de año y medio - dos años, dependiendo del desastre que se haya montado.

Pero si hay alguien al que se le de bien la restauración de libros, que me avise. Aunque solo sea para cambiar las tapas del mío por unas de cuero.

1 comentarios:

Unknown on 9 de agosto de 2010, 17:49 dijo...

El camino se quedó cortado. Lleno de piedras y embarrado.

El desgaste de los días. Los recuerdos olvidados.

Nunca se cansó tanto el tiempo. Se durmió mirando el sol del atardecer.
Cuando despertó no sabía cómo, pero había vuelto al camino. O lo que quedaba de él.

Hay demasiadas cosas de las que preocuparse, y la incertidumbre no ha cesado.

¿Es hora de cerrar el libro? A veces las páginas vuelan y me llevan a ti.

Quizá un día volvamos a cruzarnos.

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