lunes, 7 de junio de 2010

Nietzsche y el cuestionamiento de la moral


Hace tiempo, por casualidad, leí un fragmento de uno de los textos de Nietzsche, y como parece que el tema de hoy en twitter es sobre si debemos o no prohibir que las mujeres del mundo árabe lleven burka, pañuelo, o sobre infravalorar aspectos de su cultura, os dejo aquí el texto, que creo que viene bastante a cuento:

Estos historiadores de la moral (principalmente los ingleses) son mentirosos, pues suelen sufrir ingenuamente la exigencia de una moral determinada, convirtiéndose, sin advertirlo, en sus defensores y en su escolta. Admiten, de este modo, ese prejuicio difundido en la Europa cristiana, tan ingenuamente repetido, según el cual la acción moral se caracteriza por el desinterés, la renuncia a uno mismo, el sacrificio personal, el sentimiento de solidaridad, la compasión, la piedad. El fallo habitual de sus hipótesis consiste en afirmar no sé qué pacto de los pueblos, al menos de los pueblos domesticados, respecto a ciertos preceptos de moral, y en concluir determinando la obligación absoluta de éstos para cada uno de nosotros; o, por el contrario, tras haber aceptado la verdad de que las valoraciones difieren necesariamente según los pueblos, concluir en la ausencia de obligación de toda moral; ambas conclusiones son pueriles. Los más sutiles de estos historiadores cometen el defecto consistente en que cuando descubren y critican las opiniones, tal vez insensatas, de un pueblo respecto a su propia moral o las de los hombres respecto a toda moral humana, o bien lo relativo al origen de ésta última, sus sanciones religiosas, la superstición del libre albedrío y otras cosas por el estilo, se imaginan que con eso han criticado a la moral misma. Pero el valor de un precepto como “debes” es muy diferente e independiente de semejantes opiniones acerca del mismo precepto y de la cizaña de error que haya podido invadirlo, del mismo modo que la eficacia de una medicina es totalmente independiente de las opiniones que el enfermo tenga de ella, de que posea conocimientos científicos o prejuicios de anciana.


Una moral puede haber nacido muy bien de un error; esta constatación ni siquiera ha abordado el problema de su valor. Nadie hasta ahora ha examinado, entonces, el valor de la más famosa de las medicinas, llamada moral. Esto exigiría ante todo decidirse a poner en cuestión este valor. ¡Pues bien! ¡En esto precisamente consiste nuestra empresa!

Friedrich Nietzsche: GAYA CIENCIA. LIBRO QUINTO: LOS QUE NO TENEMOS MIEDO. 345. La moral como problema.

Es muy interesante lo que dice aquí Nietzsche, y es que no debemos olvidar que la moral occidental, nuestra moral, la que, no olvidemos, hemos aprendido de nuestra sociedad, cultura, familia, ..., no tiene por que ser LA moral, y no parece haber una razón clara para considerarla como la mejor, o como la correcta, y con ello despreciar, infravalorar, o intentar hacer olvidar la moral propia de otros pueblos, e imponer la nuestra.

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